Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) en la Menopausia: dudas y experiencias

La Terapia Hormonal Sustitutiva (TSH) es un tratamiento medicado dirigido por un médico durante el proceso de la menopausia mediante el uso de hormonas femeninas. Se toma para reemplazar la carga de estrógeno que el cuerpo femenino deja de producir tras la menopausia, momento en el cual los períodos menstruales cesan definitivamente.

¿Qué es exactamente la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS)? 🌡️

La Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) consiste en administrar hormonas que el cuerpo femenino deja de producir durante la perimenopausia y la menopausia, principalmente estrógeno y progesterona, aunque en algunos casos también se considera la testosterona.

El propósito de la THS es aliviar los síntomas intensos del desequilibrio hormonal, tales como:

• Sofocos y sudoración nocturna
• Insomnio
• Sequedad vaginal y dolor al tener relaciones sexuales
• Cambios de humor y ansiedad
• Fatiga extrema
• Pérdida de masa ósea

Estas hormonas pueden aplicarse de varias formas: píldoras, parches, geles, cremas, inyecciones o anillos vaginales, dependiendo del caso y de las necesidades de cada mujer.

No se trata de “rejuvenecer” o “frenar la edad”, sino de mejorar la calidad de vida en una etapa biológicamente intensa como lo es la menopausia.

¿Por qué hay tanta confusión y miedo alrededor de la THS? 😟

Muchas mujeres sienten miedo o desconfianza al considerar la terapia hormonal sustitutiva; y es totalmente entendible. Por años, se ha difundido información contradictoria —algunas basada en estudios antiguos o poco actualizados— que ha generado muchas dudas sobre su seguridad.

Uno de los estudios más conocidos, publicado en 2002 por la Iniciativa de Salud de la Mujer (WHI), generó pánico al asociar la THS con un riesgo aumentado de cáncer de mama y enfermedades cardiovasculares. Pero más adelante, ese mismo estudio fue reevaluado, y se aclararon varios puntos:

• El aumento de riesgo estaba relacionado con una combinación específica de hormonas sintéticas, no con todas las THS.
• Las mujeres que más riesgo presentaban eran las mayores de 60 años y comenzaban la terapia muy tarde, no las que iniciaban THS cerca de la menopausia.
• Los beneficios superan los riesgos cuando la terapia se personaliza, se inicia a tiempo y se usa por períodos moderados.

A pesar de estas aclaraciones, la desinformación siguió circulando y muchas mujeres siguen sin recibir una orientación clara de parte de sus médicos.

🧬 ¿A quién le puede convenir la THS?

No todas las mujeres necesitan o desean una terapia hormonal. Pero hay casos en los que puede marcar una gran diferencia en la salud física, mental y emocional en la menopausia.

La THS es especialmente útil para mujeres que:

• Presentan síntomas severos que afectan su calidad de vida diaria
• Tienen menopausia precoz (antes de los 40 años)
• Sufren de osteopenia u osteoporosis temprana
• Experimentan insomnio crónico, niebla mental o fatiga persistente
• Tienen ansiedad, irritabilidad o síntomas depresivos vinculados al desequilibrio hormonal

También, puede considerarse en mujeres que han sido histerectomizadas (cirugía para retirar el útero) o que han tenido una menopausia quirúrgica por motivos médicos.

Lo más importante: la THS no es “una talla única”. Es decir, la aplicación de la terapia hormonal sustitutiva debe ser evaluada caso por caso, teniendo en cuenta el historial clínico, los factores de riesgo, la edad y los síntomas específicos de cada caso.

🔄 ¿Qué tipos de terapia existen y cuál es mejor?

Hoy en día, existen distintos enfoques y combinaciones hormonales para la terapia. Elegir la correcta depende de tu edad, tus síntomas y tus antecedentes médicos.

Opciones más comunes:

• Estrógeno solo: suele indicarse a mujeres que no tienen útero.
• Estrógeno + progesterona: se usa cuando la mujer conserva el útero, para proteger el endometrio.
• Hormonas bioidénticas: se producen para ser químicamente iguales a las que produce el cuerpo. Algunas mujeres las prefieren por considerarlas más “naturales”, aunque eso no siempre significa mayor seguridad.
• Aplicaciones locales (vaginales): para sequedad y atrofia vaginal, con muy baja absorción sistémica.

¿Cuál es la mejor?

La mejor es la que se adapta a ti.
No se trata de lo que funcionó para tu amiga, tu hermana o una influencer en redes. Se trata de hacer estudios, evaluar tu estado hormonal, tus antecedentes y tus objetivos de bienestar.

Un buen profesional de la salud te debe explicar los riesgos, beneficios, opciones y la forma del seguimiento.

🗣️ Experiencias reales: lo que cuentan mujeres que han probado la THS

Nada habla más fuerte que la experiencia directa. En foros, grupos de apoyo y consultas clínicas, miles de mujeres comparten cómo la Terapia Hormonal Sustitutiva cambió —o no cambió— su vida.

Lo que dicen quienes tuvieron una experiencia positiva:

“Volví a dormir después de 8 meses. Mi ansiedad bajó y me siento como antes.”
“Ya no tengo esos calores que me hacían sudar en medio de una reunión. Me siento con más energía.”
“Mi libido regresó. Siento ganas de nuevo. Me reconecté con mi pareja.”

Muchas destacan una mejora en su claridad mental, energía diaria, calidad del sueño y lubricación vaginal. Incluso algunas mencionan que pudieron reducir o suspender antidepresivos que habían empezado por síntomas hormonales mal manejados.

¿Y las experiencias no tan buenas?

“Me dio dolor de cabeza, sensibilidad en los senos y cambios de humor.”
“Sentí que no era para mí. Probé y decidí parar.”
“La dosis no era la correcta. Cuando la ajustaron, recién ahí vi resultados.”

Como en todo tratamiento médico, puede haber efectos secundarios o períodos de ajuste. Por eso es clave un buen seguimiento médico, análisis regulares y comunicación abierta con tu profesional de salud.

🧯 Mitos que aún circulan (y no ayudan en nada)

A pesar de los avances médicos y la información disponible, siguen circulando muchos mitos sobre la Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) que generan miedo innecesario o expectativas poco realistas.

Algunos de los mitos más comunes de la THS:

❌ “La THS causa cáncer”

La realidad es más compleja. Algunos estudios antiguos indicaron un ligero aumento en el riesgo de cáncer de mama en ciertos casos específicos (como uso prolongado, hormonas sintéticas, mujeres mayores que empiezan tarde). Pero también hay estudios que muestran que la THS puede tener beneficios cardiovasculares y óseos cuando se inicia en el momento adecuado, especialmente entre los 45 y 55 años.

❌ “Es solo para mujeres con sofocos”

No. Muchas mujeres que no tienen sofocos igual sufren insomnio, irritabilidad, dolor articular, sequedad vaginal, ansiedad o disminución de la libido. La THS puede ayudar en todos estos casos si se indica de manera personalizada.

❌ “Es peligrosa a cualquier edad”

No es verdad. Lo que sí es cierto es que los riesgos cambian según la edad y el estado de salud. Por eso no se recomienda iniciar una THS por primera vez después de los 60 sin una evaluación médica rigurosa.

❌ “Si no la tomas desde el inicio, ya no sirve”

Tampoco es cierto. Aunque hay una “ventana de oportunidad” entre los 45 y 55 años, muchas mujeres pueden beneficiarse más adelante, dependiendo del caso.

🩺 Cómo hablar con tu médico (sin que te ignoren)

Lamentablemente, muchas mujeres cuentan que sus médicos descartan la THS de plano, sin explicar, sin escuchar, o peor: sin estar actualizados. Por lo que sienten que sus médicos no les entienden.

Si quieres explorar esta opción, te recomendamos ir preparada:

✅ ¿Qué puedes hacer?

• Lleva un diario de síntomas: qué sientes, cuándo, con qué intensidad.
• Pide una evaluación hormonal completa: incluyendo FSH, estradiol, progesterona, TSH, vitamina D y B12.
• Pregunta sobre hormonas bioidénticas y vías de aplicación locales o combinadas.
• Solicita que te expliquen los riesgos y beneficios con claridad.

Si no te escuchan, cambia de médico o solicita una segunda opinión profesional. Existen profesionales formados en salud hormonal femenina que trabajan con perspectiva de género, ciencia actualizada y empatía.

¿Y si decido no usar THS?

La THS es solo una herramienta más. Hay mujeres que deciden no usarla, ya sea por elección personal, historial médico o porque sus síntomas no son tan intensos.

Otras alternativas posibles:

• Fitoterapia: plantas como la cimicífuga (black cohosh), salvia, maca peruana o trébol rojo pueden ayudar en síntomas leves. Consulta siempre antes de usar.
• Suplementos específicos: magnesio, omega 3, vitamina D, colágeno, probióticos. Cada uno tiene su función en esta etapa.
• Ejercicio regular y alimentación antiinflamatoria: como vimos en artículos anteriores, impactan directamente en el bienestar hormonal.
• Terapias psicológicas y relación mente-cuerpo: meditación, respiración, acupuntura, mindfulness o estoicismo. Todo lo que ayude a reducir el estrés impacta positivamente en tu sistema hormonal.

Lo importante es que tengas opciones claras, y que decidas con base en la información, no al miedo o la presión social.

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✨ En resumen: tu cuerpo, tu proceso, tu decisión durante la menopausia

La Terapia Hormonal Sustitutiva no es ni una solución mágica ni una amenaza. Es una herramienta poderosa, útil y válida para muchas mujeres que desean mejorar su calidad de vida durante la transición menopáusica.

No hay una sola forma correcta de atravesar esta etapa. Lo que sí hay es el derecho a elegir con información confiable y acompañamiento respetuoso.

En Guía Menopausia estamos para ayudarte a entender, comparar y decidir, sin juicios ni recetas únicas. Porque cada mujer merece vivir su climaterio con claridad, autonomía y dignidad.

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Referencias

NHS (2025). Hormone replacement therapy (HRT).

Mayo Clinic (2025). Menopause hormone therapy: Is it right for you?